CARACTERÍSTICAS DEL ESTUDIANTE VIRTUAL
Antes de entrar en la figura del estudiante virtual es necesario
conocer la distinción entre inmigrantes digitales y nacidos digitales
(Prensky, 2001; 2006, pág. 27 y ss.).1
La gran mayoría de la primera oleada de estudiantes de EVEA
(finales del siglo xx y comienzos del siglo xxi) tomó contacto con el
ordenador y con las TIC en la juventud tardía o en la vida adulta,
es decir, son inmigrantes digitales, provenientes de un desempeño
formativo en el que el profesor era el centro del hecho educativo,
quien establecía los ritmos, cómo y hasta dónde se debía adquirir
conocimientos. Estos estudiantes, con carencias en las destrezas
y competencias para aprender en un EVEA, suelen comenzar sus
estudios en un entorno virtual convencidos de que habrá un profesor
esperándolos, dispuesto a transmitir su conocimiento de forma
telemática. Cuando descubren que buena parte del aprendizaje
proviene de la participación en el aula, de la colaboración con
los compañeros y de profundizar uno mismo en los contenidos
a partir del material de estudio, pueden sentirse desilusionados
o incluso «estafados». Como explican Palloff y Pratt (2001, pág.
108), es el descubrimiento de que el profesor no es «el experto
en el estrado» (sage on the stage), sino «el guía que acompaña»
(guide on the side), cuya misión es ayudar al estudiante en el
aprendizaje que realiza, y que nadie puede llevar a cabo sino
él o ella, y es también fomentar la interacción y la colaboración
entre los estudiantes. Es éste un cambio importante, para el que
los estudiantes no deberían encontrarse solos, sino debidamente
preparados por sus profesores o su institución.
Las siguientes oleadas de estudiantes virtuales están formadas
por estudiantes de una gran variedad de edades, entre los que
paulatinamente serán mayoría los nacidos digitales, aún provenientes
de una formación reglada centrada en la transmisión de
conocimientos realizada por el profesor, pero más proclives a la
proactividad, a la colaboración entre iguales, a relaciones telemáticas
más democráticas y menos jerárquicas. No obstante, el
hecho de haber nacido y crecido habituados a las TIC no convierte
automáticamente a los nacidos digitales en estudiantes proactivos,
colaborativos, autónomos y participativos (Borges, en prensa),
por lo que las destrezas y las competencias relacionadas con el
desempeño en un EVEA se tendrán que trabajar como parte del
currículo transversal.
Para desempeñarse adecuadamente en un entorno virtual, los
estudiantes tienen que ser competentes en una serie de acciones y
de actitudes (Flores, 2004); por ejemplo, en escribir de forma adecuada
y organizada, en la lectura extensiva, en comunicarse por
medio del correo electrónico, en el manejo del entorno virtual y sus
herramientas, en la búsqueda, selección y difusión de información
(Jiménez, 1999), en organizar el tiempo de estudio y de conexión,
en relacionarse adecuadamente con otros compañeros, organizando
el trabajo común, aportando, debatiendo y discrepando.
Aunque existen lógicas diferencias, y necesidades, entre
estudiantes virtuales según el área o titulación, éstos muestran
características comunes en su identidad y en su desempeño al
aprender en un EVEA (Borges et al., 2007; Portillo, 2007; Vicent,
2007). Quizá la coincidencia más llamativa sea la de que se incorporan
a la formación en un EVEA sin saber en qué consiste
ser un estudiante en línea, qué hay que hacer, qué comporta,
cómo desempeñarse óptimamente, sin haber recibido formación
al respecto.
Entre los investigadores y entre los docentes de EVEA
existe consenso sobre qué actitudes muestran y qué acciones
realizan los estudiantes que llevan a cabo un desempeño brillante
en un entorno virtual (véase, por ejemplo, Bautista et al., 2006,
págs. 36-40; Palloff y Pratt, 2003, págs. 5-8; o Draves, 2002,
págs. 175-181). Los buenos estudiantes en entornos virtuales
presentan las siguientes características:
- Creen que el aprendizaje de calidad puede tener lugar en cualquier entorno, sea presencial o a distancia
- Saben que aprender en un entorno virtual no resulta más fácil necesariamente.
- Relacionan su vida real con lo que aprenden y viceversa
- Manejan adecuadamente la ambigüedad o la incertidumbre que se puede dar en ocasiones al aprender en un EVEA.
- Organizan su tiempo adecuadamente, de forma que compatibilizan su dedicación académica con sus obligaciones laborales y familiares.
- Construyen su propio conocimiento a partir del material de estudio y también de la relación con los compañeros y el profesor: aprenden de sus compañeros y profesor, y aprenden con ellos también.
- Muestran una gran motivación y una gran auto disciplina, y las conservan durante el curso a pesar de las dificultades que puedan encontrar.
- Utilizan, si es necesario, los canales de petición de ayuda que la institución pone a su disposición.
- Ayudan a los compañeros, están dispuestos a colaborar y a mantener una buena atmósfera en el aula virtual.
- Tienen una actitud proactiva y son autónomos en la medida de lo posible; muestran iniciativa en su aprendizaje y en su desempeño durante el curso.
- Se comunican con su profesor si tienen dudas o problemas.
Pero no basta con conocer las acciones y actitudes de los
estudiantes de éxito. Tanto los estudiantes como los docentes
deben ser conscientes de lo que unos y otros pueden esperar, de
forma que la acción de unos y otros sea adecuada y mesurada. En
relación con los estudiantes, se puede esperar de ellos lo siguiente
- Implicación personal y responsabilidad en su desempeño como estudiante.
- Respeto a los compañeros y a sus opiniones y propuestas.
- Leer y escribir reflexivamente, con criterio propio.
- Que actúen honestamente, que no copien trabajos de otros o de otras fuentes y los hagan pasar por propios.
- Que pregunten, que participen, que aporten en el aula virtual.
- Que sepan qué canales de ayuda existen y que los utilicen si necesitan ayuda o aclaraciones.
- Que estén dispuestos «a explorar, a experimentar y a aprender de otra manera».
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