viernes, 13 de julio de 2018

 EDUCACIÓN VIRTUAL 

La educación virtual nace en medio de un proceso histórico que fusionó la educación tradicional con las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Para ello hablemos primero de qué es la educación tradicional, nosotros la entendemos como aquella que solo se impartía en los respectivos salones de clase, encerrados por cuatro paredes, bajo la instrucción vertical por parte de un docente que es considerado como el único dueño del conocimiento. En este tipo de educación es común hablar del aislamiento que tienen los estudiantes con la realidad exterior a la escuela, es decir, el aula se convierte en una especie de burbuja donde los sucesos sociales no la permea. Según Dussel (2011) La escuela es una institución de transmisión cultural organizada en cierto momento histórico –la modernidad de fines del siglo xviii y xix– en torno a una idea de cultura pública y con el predominio del pensamiento racional, reflexivo y argumentativo.




 Se estructuró en base a marcos de conocimiento disciplinados, representados sobre todo por la ciencia moderna, pero también por las lenguas, la historia y el pensamiento lógico matemático, que tenía una jerarquía superior al saber popular y que estaba centralizado, es decir, decidido por autoridades centrales (el Estado, el maestro, la autoridad científica que garantizaba el estatuto de verdad de ese conocimiento). (p.22) Como dijimos todo ha sido un proceso, podríamos decir que esta misma educación que nació como tradicional llegó a tener a finales del siglo pasado y principios de este, varias modificaciones considerables, pero manteniendo las mismas bases con las que nació en la mayoría de los casos, al menos en nuestro país. Debido a que han nacido nuevas corrientes pedagógicas que modifican los papeles de los actores educativos, donde en algunos casos por ejemplo el protagonismo ya no es del docente sino del estudiante.


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 Por otro lado las técnicas y tecnologías han avanzado desde el principio de la humanidad, pasamos de comunicarnos por medio de cartas que tomaban días o meses en llegar a su destinatario a sistemas que permiten el envío y recepción en mili segundos. Pasamos que unos pocos tuvieran acceso al conocimiento de los libros a que el conocimiento tienda a estar cada vez más liberado en la red, donde cualquiera con la tecnología y conocimiento básico puede acceder a ella. Sin embargo hay que tener presente que existen casos donde al igual que con los libros, esta se monopoliza, pero no va ser en este apartado donde se desarrolle esta discusión. 
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aprendeenlinea.udea.edu.co/lms/moodle/pluginfile.php/.../Trabajo%20final.pdf
                             ROL DEL TUTOR
El papel del tutor es fundamental para el éxito de las experiencias que utilizan los EVA, quien pasa de ser transmisor de conocimiento a facilitador del aprendizaje, promoviendo y orientado por medio de la construcción del producto, resultado del desarrollo individual y la interacción social. Como señalan Harasim et al. (2000), en la educación y formación tradicional, el profesor dirige la instrucción, hace las preguntas y marca el ritmo de la clase; en cambio, el aprendizaje en grupo en red está centrado en el alumno y requiere un papel diferente del profesor, más cercano al ayudante que al encargado de impartir lecciones el énfasis tiene que estar en el propio proceso intelectual del alumno y en el aprendizaje en colaboración (Harasim et al., 2000, p. 198). Al respecto Paulsen afirma: El rol del formador se centra fundamentalmente en la dinamización del grupo y en asumir funciones de organización de las actividades, de motivación y creación de un clima agradable de aprendizaje y facilitador educativo, proporcionando experiencias para el auto-aprendizaje y la construcción del conocimiento (Paulsen, 1992 en Cabero, 2001, s/p). Estas funciones se organizan en relaciones entre tutor y alumno, las intergrupales, preparación específica del tutor, control de la información y conocimientos, y evaluación. Las más importes son las dos primeras, que refieren a las relaciones entre el participante y el tutor y entre los propios participantes. Estas mantienen activa la comunicación, aspecto base para la construcción del conocimiento. En términos generales, en un entorno de aprendizaje constructivista, un buen tutor motiva a los alumnos analizando sus representaciones, dando repuestas y consejos sobre las representaciones y sobre todo cómo aprender a realizarlas así como estimular la reflexión y la articulación sobre lo aprendido (Jonassen, 2000, p. 242). El mismo autor menciona cuatro tipos de tutorías:

1. Proporcionar pautas motivadoras: el tutor explica la tarea y su importancia, tratando de generar un compromiso y alta motivación 
2. Control y regulación del rendimiento de los participantes: el tutor controla, analiza y regula el desarrollo de las competencias importantes del participante a través de estrategias que permitan construir el conocimiento, sugiriendo caminos a seguir, poniendo a disposición fuentes de información complementaria, retroalimentando, y propiciando la colaboración. 
3. Estimular la reflexión: el tutor estimula la reflexión sobre las representaciones por medio del cuestionamiento de los resultados obtenidos, los métodos aplicados para alcanzarlos, las accione realizadas y sus justificaciones. 4. Perturbar los diseños: el tutor perturba el diseño alcanzado buscando que los participantes descubran los defectos de las representaciones construidas, pudiendo ajustarlo y adaptarlo. En un modelo de aprendizaje centrado en el alumno, que aprende en forma autónoma, sin el encuentro presencial y frecuente con sus profesores y compañeros, es indispensable la habilidad del tutor para iniciar y mantener un diálogo con el alumno. Este diálogo debe transmitirle que está conectado con el grupo, que hay un seguimiento constante de su proceso de aprendizaje, y que es miembro de una comunidad de aprendizaje en donde mediante la interacción obtiene información para su propia construcción del conocimiento y, a su vez, aporta información para la construcción de conocimientos por parte de los otros. Jiang y Ting (1998 en Marcelo y Perera, 2004), en el desarrollo de su investigación, encontraron que si el tutor participaba con frecuencia en las discusiones online y expresaba con claridad los requerimientos referentes a la cantidad y calidad de las contribuciones, los estudiantes se esforzaban más en la lectura y respuesta de los mensajes enviados por otros estudiantes al foro. En consecuencia, este actuar del tutor derivaba en un mejor aprendizaje. Los autores mencionados afirmaron, además, que se debe contar con protocolos y pautas para dirigir de manera efectiva las discusiones online. Garrison y Anderson (2005), a partir de los elementos aportados por Berge (1995), Paulsen (1995), y Mason (1991), señalan que los roles del tutor pueden clasificarse en tres categorías principales: diseño y organización, facilitar el discurso y enseñanza directa. Estos autores hacen referencia a la presencia docente para indicar el rol del tutor, entendido este rol como quien diseña, facilita y orienta los procesos cognitivos y sociales, con el objetivo de obtener resultados educativos significativos tanto para el aprendiz como para el propio docente. 1. Diseño y organización: son los aspectos macros del proceso de diseño pedagógico e implementación en plataforma o soporte internet de un EVA. El diseño incluye las decisiones estructurales adoptadas antes de que comience el proceso; mientras que la organización son las decisiones tomadas para adaptarse a los cambios durante el proceso formativo. Esta etapa requiere de ciertas acciones del tutor (tabla 1) desde la dimensión presencial social y cognitiva.


CARACTERÍSTICAS DEL ESTUDIANTE VIRTUAL

 Antes de entrar en la figura del estudiante virtual es necesario conocer la distinción entre inmigrantes digitales y nacidos digitales (Prensky, 2001; 2006, pág. 27 y ss.).1 La gran mayoría de la primera oleada de estudiantes de EVEA (finales del siglo xx y comienzos del siglo xxi) tomó contacto con el ordenador y con las TIC en la juventud tardía o en la vida adulta, es decir, son inmigrantes digitales, provenientes de un desempeño formativo en el que el profesor era el centro del hecho educativo, quien establecía los ritmos, cómo y hasta dónde se debía adquirir conocimientos. Estos estudiantes, con carencias en las destrezas y competencias para aprender en un EVEA, suelen comenzar sus estudios en un entorno virtual convencidos de que habrá un profesor esperándolos, dispuesto a transmitir su conocimiento de forma telemática. Cuando descubren que buena parte del aprendizaje proviene de la participación en el aula, de la colaboración con los compañeros y de profundizar uno mismo en los contenidos a partir del material de estudio, pueden sentirse desilusionados o incluso «estafados». Como explican Palloff y Pratt (2001, pág. 108), es el descubrimiento de que el profesor no es «el experto en el estrado» (sage on the stage), sino «el guía que acompaña» (guide on the side), cuya misión es ayudar al estudiante en el aprendizaje que realiza, y que nadie puede llevar a cabo sino él o ella, y es también fomentar la interacción y la colaboración entre los estudiantes. Es éste un cambio importante, para el que los estudiantes no deberían encontrarse solos, sino debidamente preparados por sus profesores o su institución. Las siguientes oleadas de estudiantes virtuales están formadas por estudiantes de una gran variedad de edades, entre los que paulatinamente serán mayoría los nacidos digitales, aún provenientes de una formación reglada centrada en la transmisión de conocimientos realizada por el profesor, pero más proclives a la proactividad, a la colaboración entre iguales, a relaciones telemáticas más democráticas y menos jerárquicas. No obstante, el hecho de haber nacido y crecido habituados a las TIC no convierte automáticamente a los nacidos digitales en estudiantes proactivos, colaborativos, autónomos y participativos (Borges, en prensa), por lo que las destrezas y las competencias relacionadas con el desempeño en un EVEA se tendrán que trabajar como parte del currículo transversal. Para desempeñarse adecuadamente en un entorno virtual, los estudiantes tienen que ser competentes en una serie de acciones y de actitudes (Flores, 2004); por ejemplo, en escribir de forma adecuada y organizada, en la lectura extensiva, en comunicarse por medio del correo electrónico, en el manejo del entorno virtual y sus herramientas, en la búsqueda, selección y difusión de información (Jiménez, 1999), en organizar el tiempo de estudio y de conexión, en relacionarse adecuadamente con otros compañeros, organizando el trabajo común, aportando, debatiendo y discrepando. Aunque existen lógicas diferencias, y necesidades, entre estudiantes virtuales según el área o titulación, éstos muestran características comunes en su identidad y en su desempeño al aprender en un EVEA (Borges et al., 2007; Portillo, 2007; Vicent, 2007). Quizá la coincidencia más llamativa sea la de que se incorporan a la formación en un EVEA sin saber en qué consiste ser un estudiante en línea, qué hay que hacer, qué comporta, cómo desempeñarse óptimamente, sin haber recibido formación al respecto.

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Entre los investigadores y entre los docentes de EVEA existe consenso sobre qué actitudes muestran y qué acciones realizan los estudiantes que llevan a cabo un desempeño brillante en un entorno virtual (véase, por ejemplo, Bautista et al., 2006, págs. 36-40; Palloff y Pratt, 2003, págs. 5-8; o Draves, 2002, págs. 175-181). Los buenos estudiantes en entornos virtuales presentan las siguientes características:

  • Creen que el aprendizaje de calidad puede tener lugar en cualquier entorno, sea presencial o a distancia
  • Saben que aprender en un entorno virtual no resulta más fácil necesariamente.
  • Relacionan su vida real con lo que aprenden y viceversa
  • Manejan adecuadamente la ambigüedad o la incertidumbre que se puede dar en ocasiones al aprender en un EVEA.
  • Organizan su tiempo adecuadamente, de forma que compatibilizan su dedicación académica con sus obligaciones laborales y familiares.
  •  Construyen su propio conocimiento a partir del material de estudio y también de la relación con los compañeros y el profesor: aprenden de sus compañeros y profesor, y aprenden con ellos también.
  •  Muestran una gran motivación y una gran auto disciplina, y las conservan durante el curso a pesar de las dificultades que puedan encontrar.
  •  Utilizan, si es necesario, los canales de petición de ayuda que la institución pone a su disposición. 
  •  Ayudan a los compañeros, están dispuestos a colaborar y a mantener una buena atmósfera en el aula virtual. 
  • Tienen una actitud proactiva y son autónomos en la medida de lo posible; muestran iniciativa en su aprendizaje y en su desempeño durante el curso.
  •  Se comunican con su profesor si tienen dudas o problemas.
Pero no basta con conocer las acciones y actitudes de los estudiantes de éxito. Tanto los estudiantes como los docentes deben ser conscientes de lo que unos y otros pueden esperar, de forma que la acción de unos y otros sea adecuada y mesurada. En relación con los estudiantes, se puede esperar de ellos lo siguiente 
  • Implicación personal y responsabilidad en su desempeño como estudiante. 
  • Respeto a los compañeros y a sus opiniones y propuestas. 
  • Leer y escribir reflexivamente, con criterio propio. 
  • Que actúen honestamente, que no copien trabajos de otros o de otras fuentes y los hagan pasar por propios. 
  • Que pregunten, que participen, que aporten en el aula virtual. 
  • Que sepan qué canales de ayuda existen y que los utilicen si necesitan ayuda o aclaraciones. 
  • Que estén dispuestos «a explorar, a experimentar y a aprender de otra manera». 
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                    IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL



VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL


La educación es un proceso que se puede llevar de diversas maneras, casi siempre esta ha sido entendida desde un dispositivo construido culturalmente llamado, escuela. Sin embargo debido a las dinámicas sociales, económicas y políticas esta forma naturalizada de ver y comprender el sistema educativo ha ido cambiando en la última década, principalmente con el surgimiento de las TIC y de los avances que se han dado en estas. 

En este sentido me parece pertinente para esta entrada, hacer una reflexión crítica, respecto al auge de la educación entrelazada con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, conocida actualmente como Educación Virtual. Por tal motivo nos parece pertinente a partir de un análisis documental comprender estas dinámicas, con el fin de establecer unas ventajas o desventajas respecto a esta nueva forma de comprender la educación en la posmodernidad.
  
                          *VENTAJAS

Entre las ventajas prácticas que encontramos de esta modalidad de educación, están las que son amplia mente reconocidas y divulgadas desde distintos ámbitos y al interior del proceso formativo adelantado en el curso de Ciberculturas: medios y procesos educativos. Entre las cuales encontramos, por poner varios ejemplos: la posibilidad de acceso al conocimiento desde la esfera digital por medio de conexión a Internet, también por medio de juegos y plataformas educativas que se pueden instalar en los dispositivos digitales. Nosotros con lo anterior destacamos una democratización relativa en el uso y acceso a la información, además de que por medio de la red se pueden encontrar múltiples recursos que pueden facilitar, ampliar, expandir el conocimiento, y ofrecer oportunidades puntuales a gente que por sus condiciones sociales, económicas, geográficas, no pudieran ser parte de un proceso de educación presencial, pero aspiran y esperan tener opciones para formarse y obtener un título profesional, accediendo a una Institución de Educación Superior que preste estos servicios, o simplemente formarse en cualquier curso que sea de los intereses de las personas que quieran participar de la era de la informática.

Las ventajas de la educación virtual son impresionantes e innegables por todo lo que hemos visto, es evidente que con la llegada y auge de las Tecnologías de la información y la comunicación se abre una infinidad de posibilidades y recursos para mediar las relaciones pedagógicas por medio de otras formas que se apoyan en la tecnologías digitales, logrando así generar procesos educativos más enriquecedores. Para poner un ejemplo queremos traer a colación un interrogante propuesto por Barrón (2004) que permite pensarse las múltiples ventajas que se aproximan con la incorporación de las tic a los aspectos educativos, pero desde una mirada formativa y no de lucro.

*Desventajas
La construcción de aprendizajes se puede ver limitada porque no se dan espacios para las discusiones presenciales. Estos son necesario porque en la red se pueden callar muchas cosas, el contacto humano puede ser posibilitador de que el estudiante se apasione, se interese por temas particulares por medio de la explicación de un tema por parte de un maestro, la interacción en el cara a cara, permite conocer más detalles del proceso en el cual un educador despliega unas acciones sobre el otro y puede dar detalle de las reacciones del mismo. Otro aspecto a considerar importante es que si no se cuenta con una ética y autonomía por parte del estudiante, este proceso puede fracasar. Por ejemplo pagar por los exámenes virtuales, talleres u otras actividades. Por último y no por ello menos importante, consideramos que si no se cuenta con los medios físicos es imposible poder llevarse a cabo procesos educativos de este tipo por obvias razones. Primero es necesario gozar de una buena infraestructura digital que permita desarrollar procesos educativos en sitios remotos de las grandes urbes, como gran problemática, encontramos que el acceso a una red que facilite el internet es escaso, este servicio es privatizado incluso en las mismas ciudades donde hay gente que no tiene posibilidad de tener acceso a una computadora personal y a una conexión a internet, entonces si miramos este aspecto en los sitios más apartados del país, vamos a encontrar otra serie de problemáticas que imposibilitan llevar a cabo estos procesos educativos de una manera exitosa. Al plantearnos los primeros interrogantes sobre la educación virtual, inmediatamente nos encontramos con que abunda la información a propósito de las ventajas y desventajas de la misma, quisimos de alguna manera tratar de recoger algunos elementos de análisis que nos permiten problematizar la relación entre los procesos educativos y las tecnologías de la información y la comunicación. Por ese motivo, tratamos cuestionar algunos presupuestos que se sustentan en las propuestas de tipo empresarial para la educación virtual, esto lo asumimos dado que encontrábamos que dentro de las posibles desventajas de la educación virtual, era que en ocasiones no se contaba con la suficiente preparación por parte de los docentes, una preparación en términos pedagógicos de las personas que impulsan estos proyectos de educación virtual y a distancia, porque entendemos que para llevar a cabo dichos proyectos educativos sean o no de carácter virtual o semipresencial, es necesario que un experto diseñe, organice y evalúe los procesos y la calidad de los contenidos que se imparten mediante esta metodología, por ello, cuestionamos profundamente el modelo empresarial bajo el cual en muchas ocasiones se orientan estas propuestas educativas, alimentando por tal motivo la desigualdad en términos del acceso a la educación y expandiendo con ello la brecha social y digital, que van muy de la mano. 



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